Grupo Lobe presenta el caso del proyecto de los edificios “Minerva I y Minerva II”, dos fases simétricas e idénticas que constan de 63 viviendas cada una, situadas en el barrio de Parque Venecia, Zaragoza. ¿Qué tienen de especial estos proyectos?
Minerva I, la primera fase, se adhiere a las directrices establecidas por el Código Técnico de la Edificación de 2013, mientras que Minerva II, la segunda fase, se rige por la rigurosa Certificación Passivhaus.
Diferentes entre Código Técnico de la Edificación de 2013 (CTE) y la Certificación Passivhaus
El Código Técnico de la Edificación de 2013 (CTE) y la Certificación Passivhaus difieren en sus enfoques y requisitos técnicos para la construcción sostenible.
El CTE establece requisitos mínimos de seguridad y eficiencia energética, mientras que Passivhaus impone estándares más rigurosos para el confort térmico y la eficiencia energética.
Passivhaus se centra en la creación de edificios altamente eficientes mediante un diseño meticuloso, alta hermeticidad, excelente aislamiento y ventilación controlada. Además, no solo minimiza la demanda de energía para calefacción y refrigeración, sino que también garantiza un confort interior óptimo durante todo el año.
Ambos enfoques, aunque diferentes, buscan mejorar la calidad de vida de los ocupantes y reducir el impacto ambiental de las construcciones.
Minerva I y Minerva II: Estudio sobre Eficiencia Energética y Rentabilidad en la Construcción
El proceso iniciado por Grupo Lobe hacia la industrialización conlleva importantes ventajas en productividad, condiciones laborales, calidad constructiva, limpieza y economía. Este último parámetro lucha contra la idea de que ¨construir Passivhaus es más caro¨. Y es que, si bien es cierto que existe un esfuerzo material extra en la ejecución de cada vivienda, Passivhaus conlleva la interiorización de una serie de procesos constructivos que permiten la mejora de la productividad y eficiencia en obra. Y todo ello se manifiesta en que más del 50% de las viviendas de Grupo Lobe están ejecutadas bajo distintos regímenes de protección oficial.
Como ejemplo se puede exponer los proyectos de Minerva I y Minerva II. Se trata dos fases simétricas e idénticas: la primera fase conforme a CTE 2013, y la segunda fase certificada Passivhaus. Cada fase tiene 63 viviendas.
Desde el punto de vista de materiales y componentes, el proyecto Passivhaus, Minerva II, tuvo un incremento de costes de más de 3000 € por vivienda. Sin embargo, a base de mejorar procesos constructivos, industrializar soluciones y maximizar el control de medios auxiliares, se consiguió reducir alrededor de 1000 € por vivienda, lo que supuso finalmente se tradujo en un incremento de costes total de apenas el 2%.
Este sistema no solo persigue la rentabilidad económica, sino que también busca un equilibrio entre la inversión inicial y el ahorro energético futuro, manteniendo un firme compromiso con el medio ambiente y la sostenibilidad. En este sentido, la apuesta por prácticas constructivas eficientes y respetuosas con el entorno se convierte en un valor fundamental, contribuyendo tanto al bienestar de los futuros residentes como a la preservación del planeta para las generaciones venideras.
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