El campo de golf municipal de 18 hoyos que el Ayuntamiento ha proyectado para Arcosur está paralizado. Casi dos años después de que comenzaran las obras de urbanización, sigue sin moverse un papel para impulsar la instalación deportiva, que en un principio debería ir casi en paralelo a los trabajos del resto del barrio. La junta de compensación que promueve Arcosur critica el parón del proyecto, mientras que desde Urbanismo aseguran que, aunque con un pequeño retraso, el plan sigue adelante, y que el campo de golf es la mejor solución para la zona verde que queda entre las dos partes del futuro barrio.
Los promotores de Arcosur son quienes deben pagar la instalación, que costará casi doce millones de euros. Sin embargo, antes el Ayuntamiento debe aprobar su construcción, ya que el campo de golf quedó excluido del proyecto de urbanización, que fue aprobado por el Consistorio el 24 de julio de 2008.
Desde entonces, ha habido conversaciones entre las partes, pero no se han traducido en hechos. Desde la Gerencia de Urbanismo reconocieron ayer que el tema «se quedó pendiente», y que existen «pequeñas discrepancias técnicas» sobre el proyecto, pero que en cualquier caso ahora mismo «no es prioritario».
Sin embargo, aseguraron que, salvo decisión política del próximo equipo de Gobierno, «el convenio firmado en su día sigue adelante». Ese documento se firmó el 4 de noviembre de 2009 entre el Ayuntamiento, la junta de compensación de Arcosur y la Federación Española de Golf, que será la que gestione las instalaciones. Aquel día, se anunció que la cancha de prácticas estaría lista en primavera de 2010, cuando como pronto se inaugurará en otoño de este año. Además, el campo completo tendría que estar listo el año que viene, y las previsiones más optimistas hablan de que podría inaugurarse en 2013.
Informes municipales en contra
Alberto Ferraz, presidente de la junta de compensación del barrio, señaló que el proyecto «tendría que haber ido más deprisa», y descartó que vaya a haber novedades antes de que termine la actual legislatura. «La siguiente se hará, gane quien gane», aseguró. Reconoció que hay problemas «técnico-jurídicos» con el proyecto, pero apuntó que la solución es «puramente política».
Esos problemas son varios informes municipales que desaconsejaban claramente el proyecto del campo de golf. Tanto técnicos como juristas del Ayuntamiento vieron objeciones en 2007 a estas instalaciones, proyectadas en una enorme pastilla de 72 hectáreas de zona verde que separa una parte del barrio de la otra.
En estos informes, se critica que el campo de golf no estaba contemplado en el plan parcial.
Además, se apunta que la ley urbanística de Aragón «distingue claramente entre terrenos para espacios verdes, libres y de recreo de los destinados a equipamientos deportivos», lo que implica que «no es admisible que sobre las zonas verdes y espacios libres públicos del planteamiento vigente se construya un campo de golf». Desde la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento se apuntó que el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) sí permite proyectar instalaciones deportivas al aire libre en zonas verdes «siempre que no conlleven construcciones asociadas «que superen el 5% del terreno», cosa que no ocurre con el campo de golf de Arcosur.
La construcción de estas instalaciones deportivas ha sido muy criticada por algunos futuros vecinos, quepiden una zona verde en ese espacio, como recoge el plan parcial. Sin embargo, el Ayuntamiento lo considera una opción viable y, sobre todo, beneficiosa económicamente para el Consistorio, que se evitaría tener que mantener una zona verde gigante, tres veces más grande que el Parque Grande José Antonio Labordeta -el mantenimiento del campo de golf correspondería a la Federación Española-. Desde la junta de compensación también apoyan esta opción, ya que creen que un parque tan grande sería «difícil de mantener» y generaría «problemas de seguridad».
O bien el campo de golf o bien la zona verde son necesarias en este espacio, ya que ocupa un espacio inundable que tendría que soportar las riadas con periodo de retorno de 500 años. De hecho, la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) apoyó con un informe la construcción de un campo de golf o de una instalación similar en ese espacio.