Qué NO es Passivhaus

Cuando hablamos de Passivhaus, a menudo surgen ideas erróneas o simplificaciones que no reflejan lo que realmente significa este estándar de construcción. Para entenderlo correctamente, es fundamental aclarar qué NO es Passivhaus.

No es solo un buen aislamiento

Aunque el aislamiento térmico es esencial, no es lo único importante. Lo que realmente distingue a una vivienda Passivhaus es su altísima hermeticidad y su muy baja demanda energética. No se trata solo de poner más material aislante, sino de lograr una envolvente térmica continua, sin fugas de aire, y un diseño que permita que la vivienda funcione prácticamente “sola”, con un consumo energético mínimo.

No es una casa sin calefacción ni refrigeración

Es un mito pensar que una casa Passivhaus no necesita sistemas de climatización. Lo cierto es que sí los tiene pero son muy eficientes. Gracias a la calidad de la construcción, en invierno la casa actúa como un termo: apenas pierde calor. Y en verano, especialmente en climas mediterráneos, se necesitan pequeños aportes de refrigeración para mantener la temperatura de confort.

Es ahí donde entra la aerotermia, que con un aporte mínimo cubre esa poca energía que se requiere.  Lo importante es que la vivienda casi no demanda energía, y por tanto, el consumo es bajísimo.

No es construir “ecológico” sin método

El concepto “ecológico” es amplio y a veces ambiguo. Passivhaus se basa en cálculos científicos y estándares internacionales, con un control exhaustivo en cada fase de la obra.

Nada se deja al azar ni a la intuición; cada detalle está diseñado, medido y verificado —desde el diseño hasta la ejecución— está controlado con herramientas como el PHPP (Passive House Planning Package) y pruebas como el ensayo Blower Door que mide la hermeticidad.

No es solo eficiencia energética

Passivhaus también garantiza confort térmico, calidad del aire interior, durabilidad y un impacto ambiental muy reducido. Es una visión integral de lo que debe ser una vivienda saludable y sostenible.

La importancia de certificar Passivhaus

Decir que una vivienda es Passivhaus no basta. La certificación oficial es la garantía de que el edificio cumple con todos los exigentes requisitos del estándar. Esta certificación la otorgan organismos independientes, como el Passivhaus Institut, que revisan los cálculos energéticos, el diseño y las pruebas realizadas en la obra.

Para obtenerla, se emplean herramientas específicas como el PHPP (Passive House Planning Package), que calcula la demanda energética y optimiza el diseño, y el ensayo de hermeticidad Blower Door, que mide fugas de aire.

Además, durante la construcción se realiza un seguimiento riguroso para asegurar que los materiales y sistemas instalados se ajustan al proyecto certificado.

Beneficios de vivir en una casa Passivhaus certificada

Vivir en una vivienda certificada Passivhaus es disfrutar de un hogar con temperatura estable todo el año, sin corrientes de aire ni sobresaltos térmicos. La ventilación mecánica garantiza un aire limpio y saludable, lo que puede mejorar el descanso y reducir problemas respiratorios.

Además, al consumir una fracción de lo que necesita una casa convencional, se reduce la huella ambiental, el coste energético y se incrementa el valor de la vivienda. Es, sin duda, una elección inteligente a largo plazo.

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