La construcción en España se encuentra ante un desafío estructural que condiciona su capacidad de respuesta ante una necesidad social evidente: la falta de vivienda asequible y de calidad. Según datos recientes de BBVA Research, el número de vacantes sin cubrir en el sector se ha multiplicado por cuatro en los últimos ocho años. Este fenómeno no solo afecta al ritmo de ejecución de las obras, sino que agrava el desequilibrio entre oferta y demanda de vivienda nueva.
Desde Grupo Lobe, como referente en innovación y eficiencia constructiva, no solo observamos esta situación con preocupación, sino que trabajamos activamente en soluciones estructurales para superarla.
Envejecimiento laboral y escasa formación: un cuello de botella creciente
El sector de la construcción sigue mostrando una dependencia elevada de perfiles con baja cualificación y una plantilla cada vez más envejecida. El informe señala que más del 55% de los trabajadores supera los 45 años, una cifra que sigue aumentando desde 2019.
Además, la proporción de trabajadores con escasa formación técnica en España es superior a la media europea, lo que limita la productividad y la capacidad del sector para adaptarse a nuevos procesos más eficientes y sostenibles.
La escasez de personal cualificado no es solo un dato preocupante, sino que ya está provocando consecuencias directas y visibles en el día a día del sector:
- Paralización de obras por falta de equipos suficientes.
- Licitaciones públicas desiertas, especialmente en promociones de vivienda social, porque no hay empresas capaces de ejecutarlas sin asumir riesgos económicos.
- Retrasos en plazos de entrega que afectan a clientes, promotores y administración.
- Aumento de los costes por sobrecarga de personal disponible y menor eficiencia en obra.
- Pérdida de productividad y oportunidades por no poder responder a la demanda del mercado.
Como ha señalado Juan Carlos Bandrés, director general de Grupo Lobe y presidente del Clúster Industrial de la Construcción de Aragón (CICA): “La falta de mano de obra ya no es coyuntural, es estructural. Si no transformamos el modelo productivo, no podremos cubrir la necesidad social de vivienda.”
Industrialización como respuesta
En Grupo Lobe llevamos más de una década impulsando un modelo basado en la industrialización del proceso constructivo, orientado a mejorar la eficiencia, la calidad del producto y la sostenibilidad. Este modelo nos permite responder con mayor agilidad y menor dependencia de la mano de obra tradicional.
Algunas de nuestras soluciones aplicadas en proyectos recientes:
- Fachadas industrializadas y energéticamente eficientes.
- Escaleras metálicas prefabricadas, que reducen plazos y riesgos.
- Bastidores técnicos para instalaciones, simplificando la ejecución.
- Sistemas colectivos de climatización, ACS y ventilación.
“Es imprescindible dar un salto hacia la industrialización si queremos asegurar el futuro del sector. El cambio ya no es opcional. Debemos asumir que construir como lo hacíamos hace 20 años ya no es viable ni rentable. Apostamos por una construcción rápida, precisa y coordinada”, afirma Bandrés.
Talento joven, formación y colaboración
El informe también apunta a un ligero punto de inflexión positivo: entre 2022 y 2024 ha crecido la presencia de trabajadores jóvenes, especialmente de origen extranjero. Aunque esperanzador, este dato no es suficiente. La solución requiere una estrategia coordinada para atraer talento joven, mejorar la formación profesional y hacer del sector un entorno más atractivo.
Desde el Clúster CICA —del que Grupo Lobe es socio fundador— ya se trabaja en programas que impulsan la colaboración entre empresas, centros de formación y administración pública: “Necesitamos formar profesionales del presente y del futuro. No solo albañiles, también técnicos especializados en BIM, eficiencia energética, sistemas industrializados…”, subraya Bandrés. “La digitalización y la gestión avanzada deben estar en el centro del nuevo modelo productivo.”
Una transformación de todos
La industrialización por sí sola no resolverá el problema. Es necesario que todos los agentes del sector trabajemos juntos: promotores, constructores, diseñadores, colegios profesionales, administración y centros educativos. Cada parte tiene un papel que desempeñar: “La vivienda debe dejar de ser un lujo. Como sector, debemos garantizar un producto asequible, sostenible y de calidad. La única forma de conseguirlo es a través de la innovación y la colaboración”, concluye Bandrés.
En Grupo Lobe ya estamos en ese camino Estamos convencidos de que el futuro de la construcción pasa por un modelo industrializado, digitalizado y centrado en las personas. Un modelo capaz de responder a la demanda de vivienda sin renunciar a la eficiencia, la sostenibilidad y el diseño.
La transformación del sector no solo es posible, es necesaria. En Grupo Lobe ya estamos trabajando para liderarla.
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https://www.elmundo.es/economia/2025/06/20/68557d66e4d4d8ba388b45af.html