En la construcción tradicional, muchas decisiones se basaban en la experiencia, la observación directa y la intuición en la obra. Sin embargo, en un sector cada vez más complejo y exigente, el valor de los datos ha irrumpido con fuerza para transformar por completo esta realidad.
La construcción conectada representa una evolución tecnológica donde la información no solo se recoge, sino que se convierte en un recurso clave para mejorar la eficiencia, calidad y control de los proyectos.
Para Antón, responsable de Informática e Innovación de Grupo LOBE la digitalización y la gestión de datos en obra son fundamentales para transformar la percepción visual en información útil y procesable. “Los datos nos permiten pasar de una visión subjetiva a una objetiva del avance y calidad de la obra. Esto facilita una toma de decisiones mucho más precisa y en tiempo real”, asegura.
Una de las herramientas que Grupo Lobe ha desarrollado para canalizar esta revolución digital es HUBE, un ecosistema tecnológico que conecta todos los agentes implicados en el proceso constructivo dentro de un entorno colaborativo. HUBE integra datos provenientes de distintas fuentes: desde el diseño BIM, pasando por el seguimiento de materiales y componentes, hasta la monitorización del avance en obra.
“HUBE nos da trazabilidad completa de cada elemento del proyecto, desde su diseño hasta la instalación, con información actualizada al instante. Esto nos permite planificar mejor, anticipar problemas y coordinar equipos de forma mucho más eficiente”, explica Antón. Gracias a esta plataforma, se reducen los tiempos muertos y se optimizan los recursos, logrando un equilibrio ideal entre coste, calidad y plazo.
Además, el uso del dato facilita la implementación de mejoras continuas en la obra. La captura de información en tiempo real, como parámetros de calidad, tiempos de ejecución o incidencias, genera un feedback constante que alimenta el proceso de toma de decisiones y asegura que el proyecto cumple con los estándares más exigentes.
Este modelo de construcción conectada también incrementa la transparencia y la comunicación entre todas las partes implicadas: promotores, técnicos, proveedores y operarios. “Con datos fiables y accesibles para todos, se evita la falta de información y se fortalece la colaboración”, apunta Antón.
En definitiva, la construcción conectada representa un cambio de paradigma, donde la gestión inteligente del dato permite construir edificios más eficientes, con mayor calidad y mejor control del proceso, sentando las bases para una edificación cada vez más sostenible y rentable. Grupo Lobe, con su apuesta por herramientas como HUBE, está a la vanguardia de esta transformación digital que ya es una realidad tangible.