La innovación es clave para crear edificios más eficientes, sostenibles y estéticamente atractivos. Una de las tendencias más destacadas en este campo es la adopción de fachadas industrializadas, también conocidas como fachadas prefabricadas.
En este artículo, exploraremos las ventajas de las fachadas industrializadas y cómo los procesos industrializados han llegado para transformar la manera en que construimos edificios de viviendas colectivas.
Procesos Industrializados a la construcción
En Grupo Lobe hemos adoptado un método de trabajo propio donde se han optimizado procesos y empleado tecnologías innovadoras.
En el caso de las fachadas prefabricadas supone una reducción de los tiempos de ejecución, un control de calidad exhaustivo, la reducción de costes de mano de obra y una obra «más limpia» y sostenible. La precisión en la producción industrializada minimiza los errores en la instalación, reduciendo la necesidad de ajustes in situ y disminuyendo los desperdicios de materiales.
Esto no solo beneficia al medio ambiente, sino que también tiene un impacto positivo en los costes y plazos del proyecto, convirtiendo las fachadas industrializadas en una opción atractiva para promotores y constructores.
Fachadas industrializadas y eficiencia energética
En Grupo Lobe empleamos paneles de fachada que protegen la envolvente térmica del edificio de la radiación solar y el viento. Esto crea una cámara de aire que mejora las propiedades térmicas de los muros a lo largo de todo el año.
En todas las áreas sensibles de la envolvente, como los pilares de fachada, se toman medidas y se calcula cuidadosamente para evitar cualquier ausencia de confort. Se garantiza la continuidad del aislamiento y se verifica minuciosamente, punto por punto, el cumplimiento de los requisitos del estándar Passivhaus.
Todos los paneles que se utilizan en la construcción de los edificios de Grupo Lobe son multicapa y se diseñan para poder resolver en un único elemento la envolvente térmica y hermética del edificio, de manera que el trabajo en obra se limita a un adecuado tratamiento de las juntas y encuentros. También es importante el sellado minucioso de las instalaciones, al que hay que prestar especial atención.
Mediante la implementación de nuestras fachadas industrializadas, que actualmente se están utilizando en proyectos como el de Quart de Poblet en Valencia, se logra una solución integral en términos de composición.
Una sola unidad resuelve el acabado, el aislamiento y la hermeticidad, solucionando los puentes térmicos de la propia fachada, así como los de los frentes de forjado y pilares. Todo el conjunto, incluyendo el premarco, el sellado, la ventana y los cristales, se instala en una única pieza, lo que conlleva un ahorro sustancial en tiempo y costes.
Próximamente, compartiremos más detalles sobre nuestras fachadas. ¡Muy atentos a los próximos artículos!