La Organización de las Naciones Unidas (ONU) designó el 28 de enero como Día Mundial por la Reducción de las Emisiones de CO2, con ánimo de sensibilizar a los ciudadanos sobre el impacto que tiene nuestra actividad diaria sobre el clima y el efecto que nuestras emisiones tienen en el proceso de calentamiento global.
Cada vez es más frecuente que las personas tengan interés en encontrar maneras de reducir sus emisiones de CO2, un concepto popularmente conocido como huella de carbono. ¿Sabías que uno de los aspectos más determinantes en la huella de carbono de una persona depende del edificio en el que vive?
Las emisiones de CO2 en edificación
Según datos del World Green Building Council, los edificios son responsables de alrededor del 39 % de las emisiones mundiales de CO2: 28% corresponde a emisiones que tienen que ver con su uso (calefacción, refrigeración y electricidad en general) y el restante 11% corresponde a emisiones asociadas a los materiales y al proceso de construcción.
El grueso de estas emisiones en fase de uso se puede reducir con estrategias de alta eficiencia energética, con el objetivo de conseguir el edificio de consumo casi nulo. El estándar de construcción de referencia internacional en materia de alta eficiencia energética es Passivhaus.
La gran importancia que en proporción tiene la fase de uso al analizar las emisiones en la edificación a lo largo de todo su ciclo de vida, se debe en gran parte al largo tiempo que solemos usar los edificios: la mayoría de los estudios consideran esta etapa con una duración de 50 años.
Una vez reducido al máximo la energía necesaria para que el edificio funcione, es importante que no necesite consumir combustibles fósiles. Si conseguimos que todos los consumos sean eléctricos, podremos conseguir el siguiente paso: poder depender únicamente de energías limpias o renovables.
La estrategia de las viviendas de Grupo Lobe
En 2016 se decidió que todos los edificios construidos por Grupo Lobe se comprometían a obtener el Certificado Passivhaus como elemento diferencial frente a otros competidores del sector. Desde entonces todos los esfuerzos se han concentrado en este objetivo, consiguiendo en 2021 superar las 1.000 viviendas certificadas.
En concreto, se han alcanzado las 1.
219 viviendas distribuidas en 19 edificios en total. Cabe destacar que el 56% de éstas se encuentran bajo régimen de VPO o VPPL, creando una oferta de viviendas de altas prestaciones a precio asequible. Estas 1.219 viviendas suman 131.800m2 útiles climatizados (S.R.E), aportando más del 70% de la superficie total certificada Passivhaus en España, estimada en unos 180.000 m2 útiles1.
Tomando como referencia una vivienda tipo de nueva construcción, se calcula que el ahorro de emisiones de CO2 en fase de uso es de 18 KgCO2/m². Si se extrapola el dato a los 131.800m² de Superficie de Referencia Energética, se concluye un ahorro de 1.938 TCO2/año, lo que equivaldría al CO2 absorbido por más 193.800 árboles, aproximadamente 11 Parques del Retiro de Madrid2.
La gran mayoría de los edificios mencionados sólo consumen energía eléctrica y ni siquiera disponen de acometida de gas, pues se ha seguido la estrategia de no depender de combustibles fósiles siempre que las condiciones particulares lo han permitido. Adicionalmente, algunos incluyen amplias instalaciones de energía solar, como es el caso de Flumen, la primera promoción VPO con compromiso de certificación Passivhaus Plus de España.
¿Y el 11% de emisiones restantes?
Como antes mencionábamos, alrededor del 11% de las emisiones globales están atribuidas directamente a los materiales y al proceso de construcción del edificio.
En la actualidad se están definiendo nuevas formas de trabajo y toma de decisiones orientadas a reducir impactos ambientales de los edificios de Grupo Lobe, como la huella de carbono, a través de metodologías como el Análisis de Ciclo de Vida.
Uno de los puntos de partida de esta línea de trabajo ha sido el estudio3 realizado por el arquitecto Carlos Laborda Collado en colaboración con Grupo Lobe, presentado como Trabajo de Fin de Máster en el Máster de Medio Ambiente y Arquitectura Bioclimática de la Universidad Politécnica de Madrid.
Apoyado en la disponibilidad de gran cantidad de datos de calidad obtenidos de los modelos BIM con los que trabaja Grupo Lobe, dicho estudio plantea la posibilidad de “extraer conclusiones con respecto a la idoneidad en cuanto a sostenibilidad ambiental se refiere del sistema productivo de la empresa” y dar respuesta a la pregunta que daba título al trabajo “¿Es Passivhaus y la prefabricación una combinación sostenible en edificación de nueva planta?
”
El estudio realiza un análisis de una de las promociones de Grupo Lobe (considerada representativa de los bloques de vivienda plurifamiliar que promueve) y las distintas medidas constructivas implementadas para conseguir el certificado Passivhaus a través de varios casos de estudio con el fin de determinar las diferencias en cuanto a impacto ambiental que presenta el edificio real (certificado Passivhaus Classic) con su equivalente si se hubiera construido siguiendo la mínima normativa aplicable (CTE 2019). La metodología utilizada es el Análisis de Ciclo de Vida, que analiza todas las etapas, desde la extracción de materias primas para su construcción hasta la demolición del edificio, siguiendo el marco normativo europeo con la norma UNE-EN 15978 como norma que define el método de cálculo y a través del software OneClick LCA.
El trabajo concluye que, para el caso estudiado, “existe una tendencia general de reducción de impacto en la mayoría de las categorías estudiadas conforme se implementan en la construcción las medidas del estándar Passivhaus” y que “dado el mismo equivalente funcional (1 m2 de vivienda de nueva planta, en Madrid, durante 50 años), centrar los esfuerzos en la reducción del consumo de energía en la fase de uso para conseguir una reducción del impacto general, así como implementar sistemas activos de la mayor eficiencia, puede ser una estrategia adecuada en edificación de nueva planta, para las soluciones constructivas, sistema de construcción y prefabricación explicados”.
Asimismo, evidencia que “la minimización de los impactos relativos al consumo ha propiciado un aumento de los impactos relativos a los materiales y mantenimiento, aumentando la importancia relativa de estos últimos”, es decir, “cuanto más se minimiza el consumo, más importancia relativa cobra la selección de materiales”. Por último, añade que “la implementación del recuperador de calor desataca como medida que produce la mayor bajada de impactos dada su influencia en el consumo”.
Podemos afirmar por tanto que uno de los retos más importantes a los que nos enfrentamos es reducir paulatinamente las emisiones de carbono embebidas en los materiales que se utilizan en el edificio, sin renunciar a prestaciones técnicas y consiguiendo mantener las viviendas asequibles a la mayor parte posible de la población.
¿Te interesaría saber más sobre sostenibilidad en edificación? Desde Grupo Lobe te animamos a informarte para tener un mejor criterio a la hora de elegir tu vivienda. ¡Adaptar poco a poco nuestros hábitos para conseguir reducir las emisiones de CO2 es esencial para nuestro futuro!
Referencias:
1. Entrevista al presidente de la Plataforma de Edificación Passive House en España Bruno Gutiérrez Cuevas por José Luis París para interempresas.net publicada el 21/04/2021.
2. Ministerio de Industria, Energía y Turismo en colaboración con el Ministerio de Fomento y el IDAE. 10Kg de CO2/año por cada árbol, según Convención del Cambio Climático de las Naciones Unidas.
3. ¿Es Passivhaus y la prefabricación una combinación sostenible en edificación de nueva planta? Carlos Laborda Collado, Trabajo de Fin de Máster, Máster de Medio Ambiente y Arquitectura Bioclimática, Universidad Politécnica de Madrid