Faltan 17 meses para que Arcosur acoja a sus primeros vecinos.
Pero los arqueros no bajan la guardia y se mantienen vigilantes a que las obras sigan el ritmo pactado. Su próxima meta son los futuros equipamientos del barrio. La asociación de vecinos ha estado atenta al desarrollo de otros barrios de nueva creación y está dispuesta a adelantarse a los posibles inconvenientes. “No queremos que se repitan errores, por ello estamos trabajando ya en cómo queremos que sea Arcosur”. Por este motivo llevan unos meses en contacto con los diferentes grupos municipales buscando un “compromiso político con el proyecto” o por lo menos, que los políticos “entiendan nuestras reivindicaciones”.
La movilidad, la previsión en la instalación de servicios y el seguimiento de los trabajos constituyen su hoja de ruta para este 2011. Como elemento prioritario los vecinos reclaman la prolongación del tranvía hasta el barrio, de modo que no se vean obligados a desplazarse en una lanzadera para hacer uso del nuevo servicio de transporte.
“Para nosotros es incomprensible que finalice en Valdespartera, cuando Arcosur está en fase de urbanización, tiene más de 21.000 viviendas previstas y se sitúa a escasos metros del final de la línea”, indican los residentes, y recuerdan que estaba previsto que el trazado llegara hasta el barrio coincidiendo con las obras de construcción del barrio, para producir menos afecciones a los vecinos.
Educación y sanidad
En cuanto a los equipamientos reclaman los servicios sanitarios y educativos como prioridad. “Queremos impulsar estas infraestructuras con la idea de que no solo sirvan a los residentes en Arcosur, sino también a Rosales y Valdespartera que tienen escasez de parcelas para satisfacer sus necesidades”, explica el presidente de la agrupación vecinal, Antonio Almudí. En este sentido, han mantenido ya reuniones con los responsables de educación de la DGA y esperan entrar a formar parte del consejo de salud de la zona Zaragoza 2.
Si echa la vista atrás, Antonio Almudí se muestra satisfecho con lo logrado hasta ahora pero reconoce que aún queda mucho por hacer. “La gente está muy implicada, de hecho, ya se ha creado una asociación cultural del barrio”, afirma.